Fans del Orlando Magic están ansiosos por ver a su equipo regresar a la élite de la NBA. Fuera de un par de viajes sin pena ni gloria a playoffs, no podemos decir que Orlando ha sido protagonista desde la época de Dwight Howard. Tener a la selección global #1 fue el detonante de toda la ilusión, pero aquí siempre hemos dicho que crecer es un proceso largo y doloroso. Entrando en el penúltimo mes de la temporada, el Magic está en el lugar 13 de 15, a tan solo 3.5 juegos de entrar en el play-in. Pero ello debería ser lo último en la mente de tanto fans como del propio equipo, ya que la meta este año nunca fue volver a playoffs, sino dar el primer paso en la reconstrucción. La buena noticia es que, precisamente, ese paso se está dando. Ya pudieron regresar Jonathan Isaac y Markelle Fultz, quienes habían estado fuera más de tres años entre los dos, y Orlando ha dejado de ser el equipo más lesionado de la liga. Lo más importante es que el futuro de la franquicia, de nombre Paolo y apellido Banchero, ha sido todo lo que habían anunciado, y va que vuela para ganar el premio al novato del año. Pese a un febrero discreto, en especial en triples (solo encestó uno de 33 intentos), el novato lidera al equipo en puntos, asistencias y rebotes, además de que en toda la clase de novatos es #1, #3 y #4 en esas categorías. El de Duke ha superado las expectativas y será la estrella del equipo, y puesto que Orlando tendrá 55 millones libres en el tope salarial (2º en la NBA) para el próximo año, no es descabellado pensar que una o dos estrellas puedan hacer de Florida Central su próxima residencia. Mucho tendrá que ver el desarrollo de otras promesas como Suggs, Anthony, Bol o los hermanos Wagner, quienes se han estancado un poco este año, pero Orlando solo debe pensar en el futuro, y hasta ahora sigue luciendo prometedor. Eso sí, recuerden tener paciencia.
Los candidatos
Los que no necesitan mucha paciencia son los fans de los candidatos este año. La liga está tan abierta como nunca, y el nivel del Este se ha emparejado, o hasta superado, el del Oeste. Hoy por hoy, el mejor equipo se llama Milwaukee. Con sus 15 victorias al hilo (antes de su partido en Orlando), han superado a Boston y tienen el mejor récord de la liga. Bucks y Celtics parecen destinados a encontrarse en las finales de conferencia, a menos que Philadelphia tenga algo que decir (que, por la historia reciente, no será así). Del otro lado del país es Denver el ligero favorito, con Memphis, Golden State y sobre todo Phoenix, a punto de iniciar la era Kevin Durant, como los fuertes contendientes. A la vez, podemos ir descartando a Dallas, con marca perdedora desde que llegó la bomba humana Kyrie Irving, Clippers, Nets, y, por si alguien tenía esperanzas, con la lesión de LeBron, a los Lakers.
The patience game
Orlando Magic fans are eager to see their team return to the NBA’s elite. Outside of a couple of uneventful trips to the playoffs, we can’t say that Orlando has been a protagonist since the days of Dwight Howard. Having the #1 overall team was the trigger for all the illusion, but here we have always said that growing up is a long and painful process. Entering the penultimate month of the season, the Magic sit 13th out of 15, just 3.5 games shy of making the play-in. But that should be the last thing on the minds of both fans and the team itself, since the goal this year was never to return to the playoffs, but to take the first step in rebuilding. The good news is that precisely this step is being taken. Now Jonathan Isaac and Markelle Fultz, who had been out more than three years between them, have returned to the court, and Orlando’s no longer the most injured team in the league. The most important thing is that the future of the franchise, first named Paolo last name Banchero, has been everything they had advertised, and it’s on its course to win the Rookie of the Year award. Despite a discreet February, especially in triples (he only made one of 33 attempts), the rookie leads the team in points, assists and rebounds, in addition to being #1, #3 and #4 in those in the entire rookie class. Duke’s prospect has exceeded expectations and will be the star of the team, and since Orlando will have 55 million free in the salary cap (2nd in the NBA) for next year, it’s not unreasonable to think that one or two stars can make Central Florida their next residence. Much will have to do with the development of other promises such as Suggs, Anthony, Bol or the Wagner brothers, who have stagnated a bit this year, but Orlando only has to think about the future, and so far it continues to look promising. Of course, remember to be patient.
The candidates
Those who don’t need much patience are the fans of the candidates this year. The league is as wide open as ever, and the level of the East has matched, or even exceeded, the West’s. Nowadays, the best team is called Milwaukee. With their 15-win streak (before their game in Orlando), they’ve surpassed Boston and have the best record in the league. Bucks and Celtics seem destined to meet in the conference finals, unless Philadelphia has a say (which, by recent history, they won’t). On the other side of the country, Denver is the slight favorite, with Memphis, Golden State and especially Phoenix, about to start the Kevin Durant era, as the strong contenders. At the same time, we can rule out Dallas, with a losing record since the human bomb Kyrie Irving arrived, Clippers, Nets, and, in case anyone had hope, with LeBron’s injury, the Lakers